domingo, 13 de marzo de 2011

Más sombras que luces en la primera de Fallas

                Ya me he dado cuenta de lo que ocurre en Valencia. Las figuras del toreo y demás interesados, están calibrando y tomando medida a ver hasta dónde llega el aguante de los aficionados. Por eso, año tras año, saltan al ruedo toros con menor trapío. Y todo ello, con el permiso de la autoridad (del Presidente, vamos) que es quien, en última instancia, tiene la potestad de decidir si una res se lidia o no. Lo de ayer –a excepción del tercero, si me apuran, que tenía un poco más de cuajo- era para haber provocado la “Primera Revolución Taurina” de la Historia. Y sin embargo, a pesar de las cinco sardinas con cuernos que salieron por chiqueros, todo lo más que se escuchaba era alguna ligera protesta que, en cuanto el de las luces salía y le daba un capotazo al animalito, era acallada por los “olés” de la mayoría.
            Con todo y con eso, incluso los aficionados salimos con un sabor agridulce de la plaza porque tuvimos la suerte de que el único toro medio presentable cayera en manos de El Juli, quien, posiblemente, hoy en día es el torero más poderoso del escalafón. Además, tenía casta y embestía con transmisión y nobleza -virtudes que no desaprovechó el madrileño. Cuatro series templadas y mandonas de derechazos de mano baja, toreando de verdad, y remates de todo tipo sin rectificar un ápice de terreno bastaron para poner a la plaza en pie en más de una ocasión. Luego, el  toro hizo amago de rajarse y con la izquierda  la actuación bajó de nivel, por lo que terminó echando mano del repertorio de las espaldinas y otros recursos efectistas para asegurarse las dos orejas. Al final la cosa quedó en una porque la estocada que le recetó fue precedida de un pinchazo. Pudo haber arrancado otra oreja del sexto, un torete que tenía muy mala leche. En ningún momento humilló y cada vez que embestía se pensaba si ir hacia el trapo o hacia quien se lo presentaba. Se la jugó de verdad Julián e incluso fue capaz de ligarle muletazos con gran mérito, pero una estocada trasera y el reiterado fallo con el descabello le privaron de la salida a hombros.
            Dio la sensación de que Enrique Ponce estuvo a medio gas. En su primer enemigo realizó una faena correcta, templada, sin apreturas y con pases a media altura ante otro astado impresentable de sosa embestida. Y en el cuarto de la tarde, pues más de lo mismo. El caso es que, como casi siempre, no estuvo demasiado mal, pero son ya muchos años los que lleva Enrique haciendo lo mismo (con alguna salvedad) y la gente ya se cansa. Pudiera ser que tuviera que plantearse el valenciano la retirada de los ruedos, si todavía quiere hacerlo con la gloria que se merece.
            El que sí que parece que se retira es Barrera. Un alivio para los aficionados valencianos que, salvo por algún desacuerdo económico o de fechas, han tenido que tragarlo durante no sé cuántos años en los carteles de Fallas, feria de Julio y otras extraordinarias, sólo por el hecho de ser valenciano (alguna vez, es cierto, estaba por lo alto del escalafón y eso le daba el derecho). Cada año que pasa, su toreo, en vez de ganar en calidad, como se supone que debería hacer, lo hace en apatía y vulgaridad. Encima, por si no bastaba con dos -aunque al segundo lo tuvieron que apuntillar en el ruedo dada su falta de casta y fortaleza- regaló un sobrero (cosa que no veo yo demasiado bien) y le dieron una oreja. Mejor: si lo que buscaba era un triunfo de despedida ante su afición, aquí lo tiene. Que no pida más, no sea que lo devuelva.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo en todo menos en lo de Barrera. Aunque, con todos mis respetos hacia él, sí coincido contigo en que va cuesta abajo y que hace bien en retirarse. Lo de regalar el sobrero lo veo como un "detalle", aunque quizás debería haberse hecho de otra forma "más discreta", pero como yo no era la que estaba ahí abajo, no me considero "autorizada" para juzgarle.
    Me gustaría añadir que mucha gente no vio el peligro del sexto toro, donde El Juli dio una lección más de poderío y conocimiento.

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  2. Lo de Barrera va en gustos, todos muy respetables.
    Lo del sobrero ya lo discutiremos, pero lo programado son dos toros para cada torero y ahí se acaba. Y de esos toreros uno, dos, los tres o ninguno triunfa esa tarde.
    Es como si voy a una oposición y como los temas que me salen no me gustan, o no me los sé (o lo que sea, pero el caso es que no me sirven para triunfar) pido un examen "sobrero"...Pues que no.

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  3. La idea del blog es acertadísima. el contenido es mucho mejor que el del periodismo taurino.

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  4. Muchísimas gracias por el comentario, Santi...A ver si voy viendo tu opinión y colaboración por aquí. Un saludo.

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