martes, 20 de agosto de 2013

ALIVIO DE LUTO

Qué alegría más grande. Estaba mi afición taurina de luto y dos corridas de las generales de Bilbao parece que lo han aliviado bastante. No es que fuera un luto riguroso -algo he visto y me he mantenido medio informado de lo que ocurría en la temporada-, pero cometí barbaridades tales como abandonar este blog, dejar de entrar a discutir en los foros internautas o, lo más preocupante de todo, apenas ver toros ni siquiera en televisión -y cuando lo intentaba, sobre todo en lo de Madrid, no había tarde en la que ni siquiera los desmedidos gritos de Molés y Cía me sacaran del profundo sueño en el que, un día tras otro, entraba antes de la muerte del segundo.

Cuidado, que no se confunda nadie, que no soy de los del luto por el de Galapagar. Al contrario, es muy posible que mi afición entrara en coma profundo por la tristeza de ver que los aficionados encumbraban como Dios de la Torería a un aspirante a torero porque mató seis toritos en una plaza de segunda de la zona guay de Francia y, con todo a favor de obra –no digo que estuviera mal- les cortó veinte o treinta orejas y otros tantos rabos. Si a eso le sumamos que en los últimos años se ha dedicado a matar toros afeitados y anovillados en plazas tales como Huelva, Linares, Gijón, Ronda y Valencia (esa es la más seria de todas) y que la gente lo aclama como el mejor diestro de la historia y hasta dudan de su terrenalidad –la mayoría sin haberlo visto torear jamás- a ver quién es el aficionado sensato que no sufre un jamacuco.

Posiblemente el alivio sólo sea temporal, pero qué gusto ver la brava embestida de los santacolomas de La Quinta y cómo se la jugaron los tres Toreros. O el poderío de El Juli y la clase y maestría de Ponce –al que ya dábamos por muerto, como muchas otras veces. Y qué sensación esa que ya no recordaba de esperar con emoción a la corrida de esta tarde. Lástima que en unos días vuelva a la cruda realidad de toros afeitados, carteles baratos con Finito y Padilla ocupando puestos de máxima figura –también me da mucha pena lo de Juanjosé, pero si no me gustaba cuando veía con los dos ojos, ¿por qué me va a gustar ahora?-, puestos ocupados por toreros mediocres sin dejar paso a los que se lo merecen por aquello de los intercambios de cromos, largos seriales con mastodontes que no embisten y un público intransigente en los tendidos, etc., etc. Vamos que, o cambia mucho la cosa, o mi única esperanza es que algún historiador descubra que San Isidro, en vez de labrar campos por los madriles, trabajaba en los altos hornos de Barakaldo.


viernes, 19 de octubre de 2012

Adiós a un Torero


La mala suerte que ha perseguido a mi familia y amigos durante estos últimos meses hizo que abandonara este blog sin ideas ni ganas de hacer ninguna entrada. Y parecía que iba recobrando la ilusión y estaba ya deseoso de que volvieran a visitarme las musas (si es que alguna vez lo hicieron), cuando una pésima noticia ha terminado por espantarlas –aunque, por el contrario, me ha puesto en la obligación de rendir un homenaje a un amigo torero que de forma trágica nos dejaba el pasado martes.

No tomó la alternativa. Ni siquiera llegó a debutar sin picadores (eso sí, alguna que otra vez toreó como aficionado práctico e incluso llegó a compartir cartel con el maestro Dámaso González), pero eso no le impidió caminar por la vida con el orgullo de un matador consagrado, con la frente bien alta ante las adversidades que se le plantearan y desoyendo cualquier consejo que él considerara denigrante para su condición de figurón del toreo.

Imagino que si hubiera podido elegir le hubiera gustado que fuera un Miura en su plaza de Valencia, a la hora de entrar a matar –como a Manolete, o al Yiyo- tras un faenón de rabo. Pero  no pudo ser. Quiso la desgracia que los pitones del marrajo se transformaran en faros de un BMW que le embistió en mitad de la calle. Y ni siquiera pudo cuadrarse a recibirlo, que lo pilló a traición. Con más de media vida por delante y la ilusión puesta en un novillero al que ayudaba en su nueva faceta de apoderado, sus sueños de gloria se vieron truncados en una noche otoñal en la que nos dejó a todos los que lo conocíamos un vacío imposible de rellenar.

Cuentan –y no dudo que así fue- que esa noche en el Cielo se montó la mayor timba de póquer que por allí han conocido. Y que, al alba, resacosos por los gin-tonics que no faltaron, los ángeles hacían cola para empujar el carretón mientras mi amigo Luismi –Sorianito de Paterna en los carteles- dibujaba las verónicas que en su anterior vida soñara.

miércoles, 16 de mayo de 2012

TORERO DE ARTE

Nada, que no hay forma de quitárselo de la cabeza. Mi primo Lucas, quien con varios años de retraso –escolar, aclaro, que no quiero problemas familiares- por fin acaba de terminar un ciclo formativo de grado medio de administrativo, dice ahora que lo que quiere ser es torero. Pero no un torero de los buenos, porque eso es muy difícil, sino un torero artista, como Aparicio y Morante. Y no hay quien le apee del burro: que el trabajo está muy mal por ahí afuera  y que con tres tardes en Sevilla, dos en Madrid y Bilbao y algo por ahí suelto en plazas como Alicante, Salamanca, Burgos, Palencia, Badajoz o Almería, al dinero que corresponda a su caché, juntará más que en toda una vida en despachos entre facturas y albaranes.
Tiene todo bien previsto. De momento ya se ha alquilado un loft en Mairena del Aljarafe (es casi obligatorio estar afincado entre Écija y Jerez, dice) y ha contratado al retirado banderillero “Gallito de Triana” para que preste nombre e imagen a una supuesta relación de aprendizaje-apoderamiento que les permita ir algún día al palco del Plus a publicitarse. Y, lo más importante de todo, se ha inscrito en el Registro con el nombre artístico de “Currito del Aljarafe”. Sobradamente sabe que es una traición a toda su estirpe y al pueblo en el que se crió, pero si se anunciara como “Lucas el de la Aurelia” o “El Niño de Requena” le exigirían demostrar el presunto arte delante de la cara de un toro.
Por último, ha colocado en nómina a un buen informático para que haga un montaje de “photoshop” que sirva como currículum, aunque en realidad la única vez en su vida que ha toreado fue ante una vaca de dudosa sangre brava que compraron en Minglanilla para una despedida de soltero. Y, casi más importante que lo anterior, debe encargarse de mantener actualizados el twitter, facebook y demás redes sociales en las que le cree un perfil de novillero puntero que de forma simpática y sencilla atienda a sus seguidores. Lo demás, con un poco de suerte y dinero, vendrá de forma fácil, sin mucho esfuerzo y sin necesidad siquiera de tener la más mínima técnica ni valor. Y si no, que pregunten a Morante y a Aparicio.